Vallas: cómo influyen estas barreras en la naturaleza y en el mundo animal.

jun 22, 2022 | escrito por:

Cada vez se construyen más barreras y vallas para las actividades ganaderas y los estudios topográficos. Nuevos estudios muestran claramente el impacto negativo que esto tiene en muchas especies animales.

Las gacelas cruzan el paisaje árido de una sabana al este de África en busca de agua bajo un sol inexorable. Pero ya no pueden avanzar más. En esta tierra de nadie entre Kenia y Somalia encontramos una de las vallas más largas del mundo. ¿Su función? Proteger más de 700 km de frontera a través del desierto, bosques, ríos y montañas. Vallas como esta se han convertido en una imagen habitual en los desiertos de África y también en otros lugares del mundo.

Hasta hace poco, apenas se prestaba atención a las vallas y a su papel en el equilibrio ecológico. Sin embargo, los millones de kilómetros de barreras de todo el mundo afectan a la fauna. La insistencia de las personas por dividir el mundo también divide partes del mundo animal.

Una amenaza con varios flancos abiertos

Las vallas afectan a la fauna local de distintas formas: Dificultan el acceso al agua y a otros recursos, bloquean el acceso a los hábitats y favorecen la propagación de enfermedades, ya que aumenta la cantidad de animales en un mismo lugar. Todos estos cambios están científicamente probados.

Investigaciones recientes basadas en el uso de sistemas GPS revelan que el 80 % de toda la vida silvestre en áreas colindantes de las vallas muestran cambios drásticos en el comportamiento. En ocasiones, incluso después de retirar las vallas, siguen existiendo las llamadas «vallas fantasma».

Por poner un ejemplo: las gacelas se mueren de sed porque ya no tienen acceso al agua y las aves se quedan atrapadas en las vallas. Además, las vallas también se han convertido en una amenaza para los humanos: el cambio de las rutas de los animales de presa afecta al comportamiento de caza de los depredadores. Utilizan las vallas para cercar a sus presas y también representan un peligro para las personas.


Efectos a largo plazo en los ecosistemas

Las vallas tienen un impacto a largo plazo: pueden crear una tierra ecológica de nadie en la que solo prospere un número limitado de especies. Cada vez se construyen más y más vallas a un ritmo vertiginoso, por lo que el colapso de muchos ecosistemas ya es solo cuestión de tiempo.

El caso que mencionábamos anteriormente de la sabana es un claro ejemplo de cómo se puede formar un ecosistema completamente diferente a cada lado de la valla. Algunas especies se mueven a sus anchas sin problemas y otras mueren debido a la falta de alimentos o de hábitat. El equilibrio natural se ve perturbado permanentemente.

¿Y por qué nadie hace nada?


Aspectos culturales y sociales

La cuestión es más complicada de lo que parece: a menudo, las vallas tienen una razón de ser. Sirven como fronteras para proteger las reservas naturales de las influencias externas, ayudan a las personas a mantener su ganado —a menudo su activo más valioso— y mantienen a los animales alejados de las cosechas. La ecología de las vallas está estrechamente entrelazada con los aspectos sociales y culturales.

Por eso, hasta ahora, los conservacionistas han hecho la vista gorda. Aquí también entra en juego el factor de la costumbre: apenas vemos las vallas porque ya nos hemos acostumbrado a ellas. Por lo tanto, hemos tardado más de la cuenta en entender que representan un grave problema para la vida silvestre.

Minimizar los daños a largo plazo

Tenemos que resignarnos a que las vallas se mantengan. No es realista pensar que se pueden eliminar todas estas barreras en todo el mundo. Por lo tanto, debemos encontrar soluciones para trabajar con las vallas y no en contra de ellas.

 

«Las vallas no solo afectan al mundo animal, sino también a los procesos en los ecosistemas. Asimismo, forman una intersección importante con las personas y las comunidades. Todavía nos queda mucho que aprender sobre el impacto de las vallas».

Andrew F. Jakes, biológo de vida silvestre en el Smithsonian: «A fence runs through it» 2018.

Una cosa es segura: para encontrar soluciones que no comprometan los beneficios de las barreras, se debe comprender mejor la interacción entre cada valla y el ecosistema.

A veces, estas soluciones son bastante sencillas: se puede retirar el exceso de vallas o reducir su altura para que no afecten de forma negativa a la fauna. También se puede crear un espacio debajo de la valla para que los animales puedan cruzarla. Reflectores para aumentar la visibilidad, vallas portátiles, un mejor mapeo o el posicionamiento de las vallas a lo largo de barreras naturales, como los ríos, también sería de ayuda.

Hay distintas formas de mitigar los efectos nocivos de las vallas a gran escala. Pero para ello se necesitan aún más datos científicos y entender el problema en todas sus vertientes.

Se lo debemos a los animales del mundo.

Queremos contribuir a la creación de un hábitat natural para la vida silvestre y a la conservación de los ecosistemas existentes en las regiones de nuestros proyectos. Cada árbol ayuda y solo hace falta un clic.

 

Plantar ahora Treedom para empresas