En nuestra serie "Árboles que amamos", destacamos otro de nuestros favoritos: el hermoso anacardo.
En la vida de un anacardo ocurren muchas cosas: esta belleza frondosa produce pequeñas flores rosas, coloridas "manzanas" en forma de campana y, por supuesto, los queridos anacardos. El árbol es grande y de hoja perenne, con hojas coriáceas y un tronco corto y robusto. Su altura varía, pero puede llegar a los 14 m si se dan las condiciones adecuadas, y se extiende ampliamente: el mayor anacardo del mundo, situado en Natal (Brasil), ocupa una superficie de unos 7.500㎡. A los anacardos les encanta tomar el sol. Necesitan al menos 6 horas de luz solar directa al día para dar fruto y prosperar si se les riega regularmente, aunque también pueden tolerar sequías moderadas. La soleada parcela de Treedom en Ghana es ideal para que estos árboles prosperen.
El árbol procede del noreste de Brasil, donde los portugueses encontraron los sabrosos anacardos a mediados del siglo XVI. Los transportaron a la India, donde tuvieron tanto éxito que pronto se cultivaron en todo el sudeste asiático y en África.
Como resultado, los anacardos son ahora una parte importante de muchas cocinas diversas, que se comen como aperitivos, en postres, platos de arroz y curry, mientras que las jugosas "manzanas" se convierten en mermeladas y dulces. En Goa, el zumo se fermenta para hacer una bebida alcohólica fuerte llamada feni, mientras que en Tanzania, las manzanas se destilan para hacer licor de gongo. Con tantos usos posibles, los anacardos son vendidos en los mercados locales por las comunidades que cuidan los árboles, lo que les proporciona unos ingresos extra. La palabra "anacardo" deriva del griego "kardia" (corazón), así que para nosotros en Treedom, este árbol representa el amor.
El impacto social y medioambiental sostenible es la creencia principal de Treedom. Pero no sólo eso: cada árbol es fotografiado y geolocalizado, recibe un perfil digital y actualizaciones periódicas del proyecto en el que crece. Los árboles Treedom no sólo pueden cuidarse a sí mismos, sino que también pueden regalarse a amigos y familiares. Un regalo que hace que el planeta sea más verde y ayuda a la gente de todo el mundo.
¿Tú también quieres plantar un anacardo y ayudar al planeta? Puedes hacerlo con un solo clic. Con Treedom.